El Canal du Midi, con más de 300 años de historia, serpentea entre las costas bañadas por el sol del Mediterráneo y el interior, pasando por antiguos pueblos, fortificaciones romanas y viñedos de renombre. Este canal es famoso por su belleza natural, con árboles que lo bordean y puentes arqueados que lo cruzan.

El clima mediterráneo y el ritmo relajado de la vida fluvial hacen de este un lugar ideal para disfrutar de momentos de calma. Navegar tranquilamente por el canal, montar en bicicleta o caminar por senderos panorámicos, son solo algunas de las formas de disfrutar de este espectacular entorno. Si prefieres relajarte, puedes hacerlo cómodamente desde la cubierta, contemplando el paisaje mientras disfrutas de una bebida fría.

A lo lejos se pueden contemplar los Pirineos, mientras que más cerca, los viñedos se extienden por miles de kilómetros cuadrados. En el camino, tendrás la oportunidad de disfrutar de degustaciones privadas de vino en castillos a lo largo de la ruta, lugares que se eligen en función de la barcaza que hayas seleccionado.