Hungría, hasta ahora «virgen» en materia de turismo fluvial, es un auténtico paraíso escondido que explorar desde el agua. Durante su navegación por Hungría, le conquistarán la serenidad y los paisajes perfectamente preservados de este verdadero paraíso para pescadores, ornitólogos y amantes de la navegación de recreo.
Un espectáculo emblemático que puede descubrir al alquilar un barco en Hungría es la floración del río Tisza. Cada año, entre finales de mayo y principios de junio, miles de efímeras, unos insectos de cola larga que se parecen a las libélulas, vuelan en enjambres sobre la superficie del río. Este acontecimiento único que apenas dura tres o cuatro días es uno de los fenómenos naturales más fascinantes de los ríos europeos, del que podrá disfrutar durante un crucero fluvial por Hungría.
En Hungria hay posibilidad de salir de dos bases
La base fluvial de Kisköre, navegará en pleno corazón de la mítica Gran Llanura Húngara y del parque nacional de Hortobágy, por el río Tisza y el lago Tisza. Explorará la puszta, una región de estepas única en Europa, donde conviven manadas de búfalos, bueyes y caballos salvajes bajo la atenta mirada de los csikós vestidos con el atuendo tradicional. En torno al lago Tisza, no hay grandes ciudades sino bonitos pueblecitos con un pintoresco encanto que descubrirá al ir navegando por la zona ideal para practicar Piragüismo, rutas en bicicleta por las márgenes, esquí náutico, moto acuática.
Desde la base náutica de Tokaj, puede recorrer el río Bodrog y el alto Tisza hasta el corazón de la tierra del famoso vino de Tokaj. mundialmente reconocida, cuyos viñedos fueron los primeros del mundo en contar con una delimitación oficial en 1737. Descubrirá un paisaje de viñedos milenarios a los pies de los montes Zemplén, unos antiguos volcanes cubiertos por bosques,